A) Consecuencias teóricas inducidas por
algunos conceptos Saussureanos.
En el curso de Lingüística General
en el capítulo III, se encuentran dos formas de definición del concepto de
lengua.
La primera consiste en enunciar las propiedades del objeto definido: “parte
social del lenguaje, exterior al individuo, que por sí solo no puede ni crearla ni modificarla”. Esta
definición tiene como efecto oponer la lengua al habla como parte
del lenguaje propio del individuo, en tanto que él puede crearla y modificarla.
La segunda forma de definición consiste en definir el objeto por su
relación con otros objetos situados en el mismo plano: “la lengua es una institución
social que se diferencia por muchos rasgo de las jurídicas, las políticas, etc.
Para comprender su naturaleza peculiar hay que hacer intervenir un nuevo orden
de hechos. Es un sistema de signos que expresan ideas y por eso comparable a la
escritura y a los alfabetos. Pero es más importante que todos esos sistemas. Se
puede concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el ceno de la
vida social. La llamaremos Semiología” (Saussure, p.60).
Para esta definición Saussure incita una doble división: opone un sistema
semiológico al conjunto de todos los sistemas semiológicos. Pero evoca otra
oposición, por medio del término institución: le permite separar los sistemas
institucionales jurídico, político, etc., de la serie de sistemas institucionales
semiológicos, y excluirlos pura y simplemente de la teoría del significante a
la que me acabo de referir.
Así, Saussure concibe la lengua como un objeto científico homogéneo cuya
especificidad está basada en dos exclusiones teóricas:
-
La
exclusión del habla, por inaccesible a la ciencia lingüística.
-
La
exclusión de las instituciones no semiológicas, por caer fuera de la zona de
pertinencia de la ciencia lingüística.
Veamos las consecuencias.
1. LAS IMPLICACIONES DE LA
OPOSICIÓN SAUSSERENA ENTRE LENGUA Y HABLA
Esta oposición autoriza la reaparición triunfante del sujeto hablante como subjetividad en acto, unidad activa de
intenciones que se realizan por los medios puestos a su disposición; en otros
términos es como si la lingüística científica liberase un residuo que es la
noción filosófica de sujeto libre, concebido como el reverso indispensable,
como el correlato necesario del sistema. El habla, como uso de la lengua,
aparece como un camino de la libertad humana.
Jakobson aporta indicaciones certeras: “en la combinación de las unidades
lingüísticas, hay una cadena ascendente de libertad. En la combinación de
fonemas para crear palabras la libertad del hablante es nula. En la formación
de frases a partir de palabras, la restricción que sufre el hablante es menor.
En las combinaciones de frases en enunciados, se detiene la acción de las
reglas restrictiva de la sintaxis, y la libertad de todo hablante particular
aumenta sustancialmente, aunque no haya
que subestimar el número de enunciados estereotipados”.
¿Hay que pensar que la ciencia lingüística va a extender progresivamente su
cometido, y llegar a dar cuenta de toda la escala utilizando instrumentos
combinatorios cada vez más poderosos?
Hay una dificultad fundamental que refiere a la naturaleza del horizonte
teórico del la lingüística hasta en sus formas actuales: no es seguro que el
objeto teórico que permite pensar el lenguaje sea uno y homogéneo, sino que
quizás la conceptualización de los fenómenos que pertenecen a la parte alta de
la escala necesitan un desplazamiento de la perspectiva teórica, un cambio de
terreno que haga intervenir conceptos externos a los ámbitos en que se mueve la
lingüística actual. En lo sucesivo el problema clásico de la normalidad del
enunciado es, en nuestra opinión, un
índice claro de esta dificultad: las condiciones actuales del funcionamiento de
una gramática generativa suponen un tipo de hablante que llamaremos
neutralizado, es decir, ligado a la normalidad universal de los enunciados
canónicos, donde la posición de las clases de equivalencia está fijada, a
priori, como una propiedad de la lengua. Es, pues, con relación a esta supuesta
normalidad de la lengua como se encuentra definido el enunciado anormal.
No se puede considerar siempre una oración como anormal o normal, por la
sola referencia a una norma universal inscrita en la lengua, sino que esta
oración debe referirse al mecanismo discursivo específico que la ha hecho
posible y necesaria en un contexto científico dado. Parece indispensable hacer
aparecer el nivel de la particularidad que define contratos lingüísticos
específicos de tal o cual región del sistema, es decir, haces de normas
definidos localmente e innegablemente aptos para extenderse los unos sobre los
otros; así lo describe Jakobson: “ para todo sujeto hablante existe una unidad
de la lengua, pero este código global representa un sistema de sub-códigos en comunicación recíproca.
Cada lengua comprende muchos sistemas simultáneos, cada uno caracterizado por
una función diferente”.
Pecheux considera que la división no es lingüística sino discursiva. Es
diferente a las nociones de sub-código, lengua particular, etc. estos pagan el
precio de la disociación reformista.
El concepto de campo semántico representa un paso en esta dirección, puesto
que ve las relaciones semánticas entre los elementos morfemáticos, sus
relaciones in praesentia e in absentia en un área de significación dada. Sin
embargo no da cuenta de los efectos secuenciales vinculados a la Discursividad.
Cubre prefectamente una de las dos significaciones de la palabra retórica (como
saber que busca la elección de las palabras), pero no la otra significación
(como saber que busca la disposición, el orden y el encadenamiento de las
ideas, etc).
Propondremos designar con el término proceso de producción el conjunto de
los mecanismos formales que producen un discurso de un determinado tipo, unas
circunstancias determinadas.
Se desprende que el estudio de los procesos discursivos supone dos tipos de
investigación:
-
El
estudio de las variaciones específicas (semánticas, retóricas y pragmáticas)
ligadas a los procesos particulares de producción considerados sobre el fondo
invariante de la lengua (sintaxis).
-
El
estudio de la relación entre las circunstancias de un discurso (condiciones de
producción) y su proceso de producción.
2. LAS IMPLICACIONES DEL
CONCEPTO SAUSSUREANO DE INSTITUCIÓN
Debido a que Saussure considera a las instituciones, en general, como
medios adaptados a fines, es por lo que puede destacar el caso único de la
lengua, para la que no hay ninguna facultad predestinada por naturaleza. Saussure
aparece aquí afectado por la ilusión necesaria del no sociólogo, que consiste
en considerar las instituciones en general con funciones con finalidad
explícita.
Considerando la teoría del proceso discursivo, esto tiene sus
consecuencias.
Un discurso se pronuncia siempre a partir de condiciones de producción
dadas. Hay que referirlo a las relaciones de sentido en que se produce: así,
tal discurso remite a tal otro, respecto al cual es una respuesta directa o
indirecta, o cuyos términos principales corea, o aniquila sus argumentos. El
proceso discursivo, no tiene principio: el discurso se sostiene siempre sobre
algo previamente discursivo, que desempeña el papel de materia prima, y el orador
sabe que cuando evoca un acontecimiento que ha sido objeto de un discurso,
resucita en la meente de sus oyentes el discurso en el que se alegaba este
suceso, con las deformaciones que introduce la situación presente, y de las que
puede sacar partido.
Esto implica que el orador experimenta de una cierta forma el lugar del
oyente a partir de su propia situación de orador: su habilidad para imaginar,
para aventajar al oyente es a veces decisiva, si se sabe prever a tiempo dónde
le espera ese oyente.
El propósito de Pecheux es definir los elementos teóricos que permiten
imaginar los procesos discursivos en su generalidad: enunciaremos, a título de
proposición general, que los fenómenos lingüísticos de dimensión superior a la
oración pueden efectivamente concebirse como u funcionamiento, pero a condición
de añadir inmediatamente que este funcionamiento no es integralmente
lingüístico, en el sentido actual de este término, y que no se puede definir
más que haciendo referencia al mecanismo de colocación de los protagonistas y
del objeto del discurso, mecanismo que hemos llamado condiciones de producción
del discurso.
Plantea la hipótesis de que a un estado dado de las condiciones de
producción, corresponde a una estructura definida del proceso de producción del
discurso a partir de la lengua (invariantes semántico-retóricas bajo las mismas
condiciones). Esto supone que es imposible analizar un discurso como un texto,
es decir, como una secuencia lingüística cerrada sobre sí misma, y que es
necesario referirlo al conjunto de los discursos posibles a partir de un estado
definido de las condiciones de producción.
Althusser – Tres notas sobre la teoría de los discursos
Reflexion sobre el status del discurso inconsciente y su articulación sobre
el discurso ideologico.
La categoria del sujeto es absolutamente fundamental en el discurso
ideologico.
La teoria del incosciente es, por derecho, la teoria de todos los efectos
posibles del inconsciente.
Toda nueva ciencia surge, en el momento de su fundacion, en forma de una teoria
regional que depende de una teoria general ausente.
La teoria regional puede substir casi intacta a falta de una teoria general
cuya necesidad por derecho, sin embargo, se hace sentir en su ausencia misma.
El psicoanalisis no va más allá de una teoria regional. No está en
condiciones de dar una pruea objetiva de su cientificidad.
Freud conocía la necesidad de una teoria general. Intenta situar el objeto
de estudio del psicoanalisis con respecto a otros objetos pertenecientes a
disciplinas existentes.
Lacan, no solo sostiene ferozmente el principio de la diferenciación del
objeto del psicoanalisis respecto de de las demás disciplinas existentes que
encontramos en Freud, sino que además agrega a este trabajo defensivo y
negativo, un trabajo positivo: muestra al mismo tiempo, a proposito de la
lingüística, lo que distingue al objeto (teorico) del psicoanalisis del objeto
(teorico) de la lingüística y los reconcilia. Establece una relacion
diferencial.
Hay una limitacion en la concepción de la naturaleza de una teoria general
en Lacan. Para superar estos limites se requieren conceptos epistemologicos
generales, es decir, una concepción filosofica definida y justa, que abarque el
objeto especifico por si mismo que constituye la teoria general.
La relacion entre la teoria general de la lingüística y la regional del
psicoanalisis, debe ser elaborada desde otro punto de vista, no por la simple
confrontación diferencial.
El inconsciente se manifiesta, es decir, existe, por sus efectos,
descubribles en el sueño, en los sintomas, en los juegos, etc., normales y
patologicos. Esta manifestación no es la esencia. Lo que existe son los
mecanismos de un sistema que funciona produciendo sus efectos. Lo que existe
son las formaciones del incosciente.
El inconsciente es una estructura o sistema, que combina determinados
elementos sometidos a leyes de combinación determinadas y que funciona según
mecanismos determinados. Sus elementos son significantes, por lo cual, las
leyes y mecanismos de su funcionamiento dependen de la teoria general del
significante.
Si comparamos las diferentes formas existentes de discurso, podemos poner
en evidencia un efecto comun: todo discurso produce un efecto de subjetividad.
El sujeto del discurso ideologico esta presente en persona, el mismo es un
significante determinado de este discurso. El sujeto del discurso cientifico
esta ausente en persona, ningun significante lo designa. El sujeto del discurso
insciente es representado en la cadena de los significantes por un significante
que tiene lugar, está ausente del discurso del inconsciente.
Los significantes de la lengua son los morfemas.
Los significantes del discurso ideologico son gestos, conductas,
sentimientos, palabras, etc.
Los significantes del inconsciente son fantasmas Ej: lo imaginario.
La ideologia es la que asegura la funcion de designar el sujeto que debe
definir y ejecutar las funciones de la base definidas por la estructura. Para
ello debe interpelarlo como sujeto, proporcionandole las razones de sujeto.
Estas razones figuran en el discurso ideologico que es, pues, necesariamente,
un discruso referido al sujeto al que se dirige, que implica tambien,
necesariamente al sujeto como significante del discurso y, por ello, el sujeto
debe figurar en persona entre los significantes del discurso ideologico. Para
que el individuo se constituya como sujeto interpelado, es necesario que se
reconozca como sujeto en el discurso ideologico, tiene que figurar en el. Este
reconocimiento no es pura y simple exhortación, sino una empresa de convicción-persuacion.
La ideologia se articula sobre las estructuras economicas y politicas.
La funcion-sujeto que constituye el efecto propio del discurso ideologico
requiere, a su vez, produce o induce, un efecto propio, que es el
efecto-inconsciente o el efecto sujeto-del-inconsciente, es decir, la
estructura propia que permite el discurso del inconsciente. Esta ultima funcion
permite asegurar la funcion-sujeto en el desconocimiento.
El discurso ideologico, que es el discurso de los vivido y el discurso en
el que se relata el sueño, induce un efecto-sujeto ideologico, en la medida en
que interpela a los individuos, se dirife a ellos para obligarlos a asumir las
funciones de base requeridas por los diferentes niveles de la estructura
social. Permite al sujeto interpelado reconocerse y reconocer su lugar en el
discurso.
El discurso ideologico solo tiene sentido como interpelacion, no hace
pregunta alguna, parte de la pregunta ya resuelta. Por ello, se puede decir que
el discurso ideologico recluta produciendo el mismo los sujetos a los que
recluta.
La interpelacion como sujetos ideologicos de los individuos humanos produce
en ellos un efecto inconsciente, que les permite asumir la funcion de sujetos
ideologicos.
El insconsciente esta estructurado como un lenguaje, constituye un
discurso, que es posible gracias a la existencia de cierto numero de
significantes, que está sometido a las leyes generales del discurso y que, como
todo discurso producido, induce un efecto-sujeto. El incosciente es
indispensable para que funcione el sistema mediante el cual el individuo asume
el papel de sujeto ideologico interpelado como tal por el discurso ideologico.
Pero la articulación sobre lo ideologico no es la unica del inconsciente.
El inconscientes es un mecanismo que funciona masivamente con lo
ideologico. Sus efectos se repiten en situaciones en las que produce efectos,
es ecir, existe en las formaciones tipicas. Lo inconsciente existe en lo vivido
objetivo-subjetivo y realiza en el algunas de sus formaciones.
Una situación es una formación de lo ideologico, formación singular en la
que lo vivido recibe información de la estructura de lo ideologico.
Decir que el inconsciente produce sus formaciones o algunas de sus
formaciones en situaciones concretas significa pues literalmente que las
produce en formaciones del discurso ideologico, en formaciones de lo
ideologico. El inconsciente funciona con la ideologia.
Las formaciones ideologicas en las que cuajan las formaciones de un
inconsciente considerado constituyen la materia en la que cuajan ciertas
formaciones tipicas del inconsciente considerado.
Sin embargo las estructuras de ambos discursos son totalmente diferentes.
La estructura del discurso inconsciente no esta centrada y el sujeto no figura
en persona, sino por lugartenencia. El gran otro (lacan) que es propiamente el
sujeto del discurso del inconsciente, sería el propio discurso de lo ideologico
instaurado como sujeto del discurso del inconsciente presente en los
significantes.
Problema de la conjuncion de diferentes elementos que cuajan en forma del
inconsciente del niño. Los inconscientes articulados sobre lo ideologico, los
inconscientes articulados unos en los otros por intermedio de su articulación
sobre lo ideologico, son lo que constituye la situación que preside la instauración
del inconsciente del niño.
En la medida en que el objeto del psicoanalisis es el inconsciente y que
este posee la estructura de un discurso, la teoria general de la que se deriva
la teoria regional del psicoanalisis es la teoria general del significante, la
cual debe ser distinguida de la teoria regional de la lengua.
La teoria general que permite pensar la articulación de los diferentes
discursos es la del materialismo historico.
La teoria general de la que depende la teoria regional del objeto psicoanalitico
seria una forma de combinación especifica de dos teorias generales: la del
significante y la del materialismo historico, en la que la segunda determina la
primera.
La distinción de las teorias generales no es posible mas que a condicion de
su articulación diferencial.
La teoria general del significante esta presente como efecto en las teorias
regionales, tanto de la lingüística como del psicoanalisis, pero no aparece
como teoria general propiamente dicha.
El inconsciente como discurso especifico
Hay en el inconsciente mecanismos que lo emparentan con el discurso. Pero
con esto se pierde de vista que lo que constituye el inconsciente no solo es un
discurso, sino lo que habla en el, y por lo tanto, lo que esta presente en
estas leyes formales es algo diferente a ellas: la libido y las pulsiones.
Habria que distinguir las leyes formales y el contenido, Por una parte estaría
el inconsciente como discurso y, por otro lado, otra cosa que se manifiesta, se
expresa, habla, en el juego de estas leyes, las pulsiones.
Las limitaciones propias del discurso inconsciente son las formas mismas de
existencia de lo que existe en la forma del discurso inconsciente. Estas
limitaciones refieren a: la naturaleza de los elementos combinados en los
enunciados y a la sintaxis especifica de este discurso.
Cada tipo de discurso se define por medio de un sistema de limitantes
especificas que definen los discursos.
Las limitantes del discurso ideologico hacen que funcione produciendo otro
efecto, el de desconocimiento-reconocimiento.
El efecto no es mas que el discurso mismo.
Si entendemos que el inconsciente está estructurado como un lenguaje, pero
considerando que lo que define este discurso especifico es un sistema definido
de limitantes, que es la existencia de la libido misma, entonces no la
perderemos (la libido).
La articulación principal del discurso inconsciente es sobre el discurso
ideologico.