- Valor de uso y valor de cambio (Sustancia del valor, magnitud del valor)
Ver Valor de uso y de Cambio
Reducción del valor de cambio a algo que les sea común, solo pueden diferir
en su cantidad. Les resta la carac. de ser productos del trabajo.
Con el carácter útil de los productos del trabajo, se desvanece el carácter
el carácter útil de los trabajos representado en ellos, y las formas concretas
de esos trabajos. Se reducen en su totalidad a trabajo humano indiferenciado.
Un valor de uso o un bien, tiene valor porque en él está objetivado o
materializado trabajo abstractamente humano. ¿Cómo medir la magnitud de su
valor? Por la cantidad de trabajo contenida en ese valor de uso. Y la cantidad
de trabajo se mide por su duración, el tiempo de trabajo.
Fuerza de trabajo social media. Usa el tiempo de trabajo socialmente
necesario, el requerido para producir un valor de uso. Este es el que determina
la magnitud de su valor. Las mercancías que contienen cantidades iguales de
trabajo o que se pueden producir en el
mismo tiempo de trabajo tienen la misma magnitud de valor. Todas las mercancías
son determinada medida de tiempo de trabajo solidificado.
La magnitud de vaor de una mercancía varía en razón directa a la cantidad de trabajo efectivizado en ella; e inversa a la fuerza productiva de ese
trabajo.
Para producir una mercancía no solo debe producir valor de uso, sino
valores de uso sociales. Para transformarse en mercancía el producto ha de
transferirse a través del intercambio a quién se sirve de él como valor de uso.
Ninguna cosa puede ser valor sino es objeto para el uso.
2. Dualidad del trabajo
representado en las mercancías
Los valores de uso no pueden enfrentarse como mercancías si no encierran en
sí trabajos útiles cualitativamente diferentes. La diferencia cualitativa entre
lo trabajo útiles, se desenvuelve hasta constituir un sistema multimembre, una
división social del trabajo.
Como creador de valores de uso, como trabajo útil, el trabajo es condición
de la existencia humana, necesidad natural y eterna de mediar el metabolismo
que se da entre el hombre y la naturaleza, y por consiguiente, de mediar la
vida humana.
Los valores de uso son combinaciones de dos cosas, material natural y
trabajo.
Todo trabajo es, gasto de fuerza humana de trabajo, y es en esta condición
de trabajo humano igual, o de trabajo abstractamente humano, como constituye el
valor de las mercancías. Todo trabajo, es gasto de fuerza humana de trabajo en
una forma particular y orientada aun fin, y en esta condición de trabajo útil
concreto produce valores de uso.
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La forma de valor o el valor de cambio
Las mercancías vienen al mundo revistiendo la forma de valores de uso o
cuerpos de mercancías. Solo poseen la forma de mercancías, en la medida en que
tienen una forma doble: la forma natural y la forma de valor.
Ni un solo átomo de sustancia natural forma parte de su objetividad en cuanto valores. Su objetividad como valore
solo puede ponerse de manifiesto en la relación social entre diversas
mercancías.
Las mercancías poseen una forma común de valor que contrasta con las
abigarradas formas naturales propias de sus valores de uso: la forma de dinero.
Mar intenta dilucidar la génesis de la forma dineraria.
La más simple relación de valor es la que existe en una mercancía y otra
mercancía determinada de especie diferente, sea cual fuere. La relación de
valor entre dos mercancías expresa la relación más simple del valor de una
mercancía. El secreto de toda forma de valor yace oculto bajo esta forma simple
de valor.
La fuerza del rabajo humana en estado líquido, o el trabajo humano, crea valor,
pero no es valor. Se convierte en valor al solidificarse, al pasar a la forma
objetiva.
Toda mercancía cuyo valor debmos expresar es un objeto para el uso que se
presenta en una cantidad determinada. Esta cantidad dada de una mercancía
contiene determinada cantidad de trabajo humano. La forma de valor no solo
tiene que expresar valor en general, sino valor, o magnitud de valor,
cuantitativamente determinado.
La primera peculiaridad que saltat a la vista cuando se analiza la forma de
equivalente es que el valor de uso se convierte en en la forma en que se
manifiesta su contrario, el valor.
La forma natural de la mercancía se convierte en forma de valor. Como
ninguna mercancía puede referirse a sí misma como equivalente, tiene que referirse a otra mercancía
como equivalente
El cuerpo de la mercancía que presta servicios de equivalente, cuenta
siempre como encarnación de trabajo abstractamente humano y en todos los casos
es el producto de un trabajo determinado útil, concreto. Este trabajo concreto,
pues, se convierte en expresión de trabajo abstractamente humano.
Otra peculiaridad de la forma de equivalente es que el trabajo concreto se
convierte en la forma de trabajo abtractamente humano.
La mercancía es valor de uso u objeto para el uso y “Valor”. Se presenta
como ese ente dual que es cuando su valor posee
una forma de manifestación propia, distinta de su forma natural, pero
considerada aisladamente nunca posee aquella forma: únicamente lo hace en la
relación de valor o de intercambio con una segunda mercancía, de diferente
clase.
La forma de valor o la expresión del valor de la mercancía surge de la
naturaleza del valor mercantil, y que por el contrario, el valor y la magnitud
del valor no derivan de su forma de expresión en cuanto valor de cambio.
Bajo todas las condiciones sociales el producto del trabajo es objeto para
el uso, pero sólo una época de desarrollo históricamente determinada –el
trabajo gastado en la producción de un objeto útil como atributo objetivo de
este último, o sea como su valor- transforma el producto del trabajo en
mercancía. Se desprende de esto que la forma simple de valor de la mercancía es
a la vez la forma mercantil simple adoptada por el producto del trabajo.
B. FORMA TOTAL O DESPLEGADA DE VALOR
Por primera vez este mismo valor se manifiesta auténticamente como una
gelatina de trabajo humano indiferenciado. El trabajo que lo constituye, ve
presentado ahora expresamente como trabajo equivalente a cualquier otro trabajo
humano.
Es la magnitud de valor de la mercancía la que rige sus relaciones de
intercambio.
Toda mercancía oficia de equivalente y por lo tanto cuerpo de valor.
Las diferencias de la forma relativa desplegada de valor se reflejan en la
forma de equivalente que a ella corresponde. Como la forma natural de cada
clase singular de mercancías es aquí una forma particular de equivalente al
lado de otras innumerables formas particulares de equivalente, únicamente
existen formas restringidas de equivalente.
La forma relativa desplegada de valor solo se compone de una suma de
expresiones de valor relativas simples o ecuaciones de la primera forma.
C. FORMA GENERAL DE VALOR
Las mercancías representan ahora su valor de manera simple porque lo
representan en una sola mercancía y de manera unitaria porque lo representan en
la misma mercancía. Su forma de valor es simple y común a todas y por
consiguiente general.
Las dos formas precedentes expresan el valor de cada mercancía, ora en una
sola de diferente clase con respecto a aquella, ora en una serie de muchas mercancías
que difieren de la primera. En ambos casos es, un asunto privado de cada
mercancía singular la tarea de darse una forma de valor, y cumple ese cometido
sin contar con el concurso de las demás mercancías. La forma general del valor
surge tan solo como obra común del mundo de las mercancías. Una mercancía solo
alcanza la expresión general de valor porque todas las demás mercancías
expresan su valor en el mismo equivalente, y cada nueva clase de mercancías que
aparece en escena debe hacer otro tanto. Únicamente puede quedar expresada por
la relación social omnilateral entre las mismas; la forma de valor de las
mercancías, por consiguiente, tiene que ser una forma socialmente vigente.
La forma general valor, la cual presenta a los productos del trabajo como
simple gelatina de trabajo humano indiferenciado, deja ver en su propia
estructura que es la expresión social del mundo de las mercancías. Hace
visible, de este modo, que dentro de ese mundo, el carácter humano general del
trabajo constituye su carácter específicamente social.
2.Relación de desarrollo entre la
forma relativa de valor y la forma de equivalente.
Al grado de desarrollo de laa forma relativa de valor corresponde el grado
de desarrollo de la forma de equivalente. Pero conviene tener en cuenta que el
desarrollo de la segunda no es más que expresión y resultado del desarrollo
alcanzado por la primera.
3.Transición de la forma general de
valor a la forma de dinero.
La forma de equivalente general es una forma de valor en general. Puede adoptarla
cualquier mercancía. Por otra parte, una mercancía solo se encuentra en la
forma de equivalente general porque todas las demás mercancías la han separado
de sí mismas, en la calidad de equivalente, y en la medida en que ello haya
ocurrido. Tan solo a partir del instante en que esa separación se circunscribe
definitivamente a una clase específica de mercancías, la forma relativa
unitaria de valor propia del mundo de las mercancías adquiere consistencia
objetiva y vigencia social general.
La clase específica mercancías con cuya forma natural se fusiona
socialmente la forma de equivalente, deviene mercancía dineraria o funciona como dinero. Llega a su función
social específica, y por lo tanto su monopolio social, desempeñar dentro del
mundo de las mercancías el papel de equivalente general.
D. FORMA DE DINERO
La forma de dinero no varía en nada de la forma de equivalente general. El
progreso consiste en la forma de intercambiabilidad general directa, o la forma
de equivalente general, se ha soldado de modo definitivo, por la costumbre
social, con la específica forma natural de la mercancía oro.
Si el oro se enfrenta a las otras
mercancías solo como dinero, ello se debe a que anteriormente se contraponía a
ellas como mercancía. Al igual que todas las demás mercancías, el oro funcionó
también como equivalente.
La dificultad que presenta el concepto de la forma de dinero se reduce a
comprender la forma de equivalente general, la forma III. Esta se resuelve a su
vez en la forma II, la forma desplegada de valor, y su elemento constitutivo es
la forma I. la forma simple de la mercancía es, por consiguiente, el gérmen de
la forma de dinero.
- EL CARÁCTER FETICHISTA DE LA MERCANCÍA
El carácter místico de la mercancía no deriva, de su valor de uso. Tampoco
proviene del contenido de las determinaciones de valor.
Lo misterioso de la forma mercantil consiste sencillamente, en que a misma
refleja ante los hombres el carácter social de su propio trabajo como
caracteres objetivos inherentes a los productos del trabajo, como propiedades
sociales naturales de dichas cosas, y, por ende, en que también refleja la
relación social que media entre los productores y el trabajo global, como una
relación social entre los objetos, existente al margen de los productores. Es
por este quid pro quo como los productos del trabajo se convierten en
mercancías, en cosas sensorialmente suprasensibles o sociales.
En el mundo religioso los productos de la mente humana parecen figuras
autónomas, dotadas de vida propia, en relación unas con otras y con los
hombres. Otro tanto ocurre en el mundo de las mercancías con los productos de
la mano humana. A esto
llamo fetichismo.
Es solo en su intercambio donde los productos del trabajo adquieren una
objetividad de valor, socialmente uniforme, separada de su objetividad de uso,
sensorialmente diversa. Tal escisión del producto laboral en cosa útil y cosa
de valor sólo se efectiviza, en la práctica, cuando el intercambio ya ha
alcanzado la extensión y relevancia suficientes como para que se produzcan
cosas útiles destinadas al intercambio.
El que
los hombres relacionen entre sí como valores los productos de su trabajo no se
debe al hecho de que tales cosas cuenten para ellos como meras envolturas
materiales de trabajo homogéneamente humano. Al equiparar entre sí en el cambio
como valores sus productos heterogéneos, equiparan recíprocamente sus diversos trabajos como
trabajo humano. No lo saben, pero lo hacen. El valor, no lleva escrito en la
frente lo que es. Transforma a todo producto del trabajo en un jeroglífico
social.